Las entrevistas de trabajo son mucho más que un simple intercambio de información. Se convierten en escenarios donde los candidatos senior deben demostrar no solo sus conocimientos técnicos, sino también su capacidad de reacción ante situaciones inesperadas en el entorno laboral. Es por ello que los reclutadores realizan preguntas diseñadas para poner a prueba la seguridad, la creatividad y la habilidad de comunicación del entrevistado.
Estas preguntas difíciles no siempre tienen una respuesta correcta o incorrecta; más bien buscan revelar la forma en que un candidato piensa, organiza sus ideas y enfrenta la presión. Los reclutadores saben que, en un entorno competitivo, la diferencia entre dos candidatos con perfiles similares puede estar en cómo manejan este tipo de situaciones.
Además, estas preguntas suelen ser un reflejo de la cultura de la empresa y de las competencias que valoran en sus empleados. Algunas empresas priorizan la innovación, y otras la capacidad de liderazgo. En cualquier caso, enfrentarse a este tipo de retos durante una entrevista es una oportunidad para mostrar autenticidad y destacar cualidades que no siempre se evidencian en un currículum.
Para ello es fundamental preparar la entrevista: reflexiona tus respuestas, escríbelas, incluso, practícalas, lo que te permitirá ganar mayor confianza y seguridad. En este sentido, Adrián Soria, director de RRHH del Grupo Ortiz para Colombia, sugiere que “debes ir a la entrevista preparado, no dejes nada al azar, organiza tu discurso y oriéntalo siempre de forma positiva y específica”.
En este artículo exploraremos cuáles son esas preguntas que suelen generar nervios y dudas, y cómo pueden convertirse en una ventaja si se responden con inteligencia y confianza. Antes de entrar en detalle, es importante entender que no se trata de memorizar respuestas, sino de desarrollar una mentalidad flexible y segura que permita afrontar cualquier escenario con éxito.
Posiblemente, es una de las preguntas más comunes para romper el hielo, pero también encierra un reto ya que corres el riesgo de extenderte mucho sin concretar. Por ello, es necesario estructurar la respuesta: menciona tu formación, tus áreas de especialización, destaca tus logros con un ejemplo, explica qué te motiva a optar por el puesto y muestra entusiasmo por pertenecer a la empresa y cómo puedes contribuir a su crecimiento. Este es el momento ideal para poner en práctica el elevator pitch que ya tienes preparado.
Ejemplo: Soy licenciado en Administración y Dirección de Empresas y he trabajado los últimos 20 años en el área de gestión de proyectos, liderando equipos multidisciplinarios y logrando reducir tiempos de entrega en un 20%. Me gusta optimizar procesos y fomentar la colaboración, y actualmente busco un entorno donde pueda aplicar estas habilidades para aportar valor y seguir desarrollándome profesionalmente.
2.- ¿Podrías decirme alguna fortaleza y debilidad?
Los expertos en RRHH aseguran que, para responder de forma estratégica, debes escoger una fortaleza que valore el puesto. Es decir, si optas a un puesto como responsable del departamento de gestión de reclamaciones de algún servicio, la comunicación y la capacidad de resolver problemas, serán esas fortalezas clave para el puesto. Por lo tanto, responde en función de todo aquello que pueda sumar y convertirte en el candidato ideal.
Al hablar de tus debilidades conviene ser cuidadoso y estratégico. Es evidente que nadie es perfecto y tampoco se trata de inventar, pero sí de elegir una debilidad que no comprometa tu desempeño en el puesto.
Siguiendo con el ejemplo de un responsable de gestión de reclamaciones, no sería adecuado responder con frases como: “me cuesta delegar porque prefiero hacerlo yo para ser más rápido y eficiente” o simplemente decir “soy perfeccionista” sin aportar contexto. Una alternativa más acertada sería: “en ocasiones me involucro demasiado hasta que logro resolver la queja del cliente”. Lo que realmente busca el reclutador es comprobar que eres consciente de tus áreas de mejora, y que se trata de aspectos que pueden trabajarse y desarrollarse.
La contestación inmediata sería: “no, no tendría ningún inconveniente”. Sin embargo, lo esencial es explicar por qué no supone un problema. La respuesta debe resaltar el valor de la colaboración entre distintas generaciones, subrayar lo que puedes aportar gracias a tu experiencia y, al mismo tiempo, transmitir apertura para aprender cosas nuevas, trabajar en equipo y reconocer el liderazgo con el fin de alcanzar los objetivos. En realidad, lo que el reclutador busca es comprobar tu capacidad de adaptación y tu disposición a incorporar nuevas formas de trabajo.
Por ejemplo: No tendría ningún inconveniente en que mi jefe fuera más joven que yo. A lo largo de mi trayectoria he trabajado con personas de distintas generaciones y he comprobado que cada una aporta perspectivas diferentes: los más jóvenes suelen traer ideas frescas, mientras que quienes tenemos más experiencia podemos ofrecer una visión más amplia y aprendizajes acumulados. Para mí, lo esencial es la colaboración, el respeto mutuo y la orientación a resultados, independientemente de la edad."
En esta pregunta debes aprovechar para destacar tu experiencia, nombrando tus logros, tus competencias. Pero trata de no enumerar cargos, sino lo que aportaste a esas empresas, lo que has aprendido, tu capacidad para gestionar momentos de estrés, tu capacidad de liderazgo, con cierta humildad. Por otro lado, intenta no sonar “poco actualizado”, debes manifestar tu capacidad de aprender y recibir nuevos “inputs” en el puesto de trabajo.
Por ejemplo: Creo que mi experiencia es uno de los principales motivos por los que podrían contratarme. A lo largo de mi carrera he gestionado situaciones complejas, he aprendido a tomar decisiones bajo presión y a liderar equipos diversos. Eso me permite aportar soluciones prácticas y una visión estratégica que puede ser muy valiosa para la empresa. Al mismo tiempo, me considero una persona abierta a nuevas formas de trabajo y a seguir aprendiendo.
5.- ¿Por qué has estado fuera del mercado laboral x años?
Esta suele ser una de las preguntas más complicadas de abordar sin que suene a excusa. La clave está en dar una explicación honesta, ya sea por motivos familiares, personales, de formación o emprendimiento, sin entrar en demasiados detalles. Lo importante es transformar esa pausa en un aspecto positivo, destacando que fue un período de aprendizaje y crecimiento. De esta manera, puedes transmitir entusiasmo y dejar claro que ahora te encuentras en un buen momento para reincorporarte al mercado laboral con energía y compromiso renovados.
Adrián Soria, señala "todos enfrentamos momentos complicados en nuestra trayectoria. Lo importante es saber explicarlos con coherencia y demostrar crecimiento profesional. Además, la actualización de conocimientos es un aspecto crucial. La transformación digital ha cambiado la dinámica laboral, y los reclutadores buscan candidatos que hayan mantenido su formación al día.?"Mostrar que has seguido aprendiendo y adaptándote es un valor añadido en cualquier entrevista" asegura Soria
Por ejemplo: "Decidí hacer una pausa profesional durante esos años para atender asuntos familiares importantes. Fue una etapa en la que, aunque no estuve en un puesto formal, aproveché para mantenerme actualizado en mi área, realizar cursos en línea y seguir de cerca las tendencias del sector.
Para un reclutador, esta pregunta puede ser decisiva frente a otros candidatos, ya que entiende que está entrevistando a un perfil senior, es decir, a un profesional con una trayectoria amplia y probablemente tenga grandes expectativas salariales.
Expertos en recursos humanos recomiendan evitar mencionar una cifra concreta y, en su lugar, plantear un rango salarial, por ejemplo, entre 35.000 y 40.000 brutos anuales. Para poder hacerlo de manera adecuada, es fundamental investigar previamente cuál es la remuneración habitual en el sector, de modo que tu respuesta resulte lógica y bien fundamentada. De esta forma, abres la posibilidad de negociar en caso de que seas el candidato. Y, aunque sabemos que el dinero es importante, no olvides transmitir entusiasmo y compromiso por el puesto al que has aplicado.
Finalmente, hay que tener en cuenta las reglas básicas a la hora de acudir a una entrevista laboral, ya sea presencial o por videollamada: se puntual, viste de manera adecuada al puesto, escucha con atención, evita interrumpir y procura responder con claridad y seguridad.
Una vez finalizada la reunión, demuestra tu interés enviando un correo de agradecimiento al reclutador. En él puedes expresar tu gratitud por la oportunidad de haber participado en el proceso, reforzar tu entusiasmo por el puesto y recordar que estás disponible para cualquier información adicional. Este gesto sencillo refleja cortesía, compromiso y profesionalismo, y puede marcar una diferencia positiva frente a otros candidatos.