“Queríamos reorientar nuestra vida profesional hacia el ámbito social”, Gabriel Solé, STIMA

“Queríamos reorientar nuestra vida profesional hacia el ámbito social”, Gabriel Solé, STIMA

Gabriel y Pablo Solé Rojo son hermanos y fundadores de la cadena de Centros de día STIMA. Su aventura emprendedora arrancó en 2018 y juntos han sorteado todo tipo de retos, incluido el de emprender a partir de los 50. En 2020 se presentaron a la segunda edición de los Premios +50 Emprende que llevamos a cabo desde Generación SAVIA con 02:59 Films. Hoy recién abierta la tercera edición de los premios que apoyan el emprendimiento senior, nos cuentan luces y sombras del mundo del emprendimiento.

Y es que antes de poner en marcha su proyecto emprendedor STIMA, Gabriel y Pablo ya conocían de primera mano lo que es superar con resiliencia una dura crisis económica: “Nos remontamos al año 2010, cuando España estaba sumida en la mayor crisis económica sufrida en mucho tiempo. Nuestra situación no era mala pues hacía poco que habíamos culminado con éxito una larga trayectoria de casi 20 años en el sector inmobiliario como promotores de Centros comerciales de proximidad, y en ese momento nos encontrábamos sin plantilla y sin deuda. Queríamos reorientar nuestra vida profesional hacia un ámbito social, donde además de crear una empresa, pudiéramos ayudar a los demás, lo que a día de hoy nos produce una satisfacción enorme. Sabíamos que contábamos con una buena formación, experiencia, gran fuerza de voluntad, resiliencia, algo de dinero ahorrado y muchas ganas, por lo que sólo nos faltaba elegir bien la actividad a la que íbamos a dedicar los siguientes años de nuestras vidas. Viajamos por España y por Europa a conocer todo lo que existía y otros conceptos, para incorporar lo bueno y mejorar aquello que lo necesitaba”.

Y así surgió la idea de crear su propio modelo de negocio “Tras una primera etapa ligados a una cadena que quería crecer con un enfoque equivocado desde nuestro punto de vista, y un acuerdo posterior de licenciamiento de marca con una gran empresa de Residencias, en 2018 nos decidimos a crear nuestro propio modelo de Centros de día: STIMA. ¡Lo vimos claro!, para lo que mi hermano y yo junto a la que es hoy nuestra directora de operaciones, contratamos a una firma que nos diseñara desde un inicio tanto la imagen corporativa, con muchos elementos visuales que nos hacían una gran ilusión, y buscamos a los mejores colaboradores internos y externos, tales como neurólogos psico-geriatras, formadores con los que por fin podíamos volcar nuestro bagaje acumulado a lo largo de muchos años para crear la que aspiraba a ser la enseña de referencia líder en centros de día para mayores con deterioro cognitivo”.

Toda historia emprendedora viene con un camino de metas y retos que sortear: “Los primeros obstáculos vinieron, cómo no, por la burocracia, pues estamos en un sector brutalmente regulado por diferentes Administraciones, e incluso por diferentes departamentos, tales como servicios sociales y sanidad. Otro obstáculo fue la localización de los espacios adecuados pues buscamos mucha luz natural, un mínimo de 400m2 en una sola planta, que cumpliera con la normativa de emergencia, sin barreras arquitectónicas y con la posibilidad de aparcar nuestros vehículos frente a la fachada, cumpliendo toda la normativa”.

Obstáculos que pueden aparecer cuando menos te lo esperas y sin poder remediarlo… “No os podéis imaginar, por poner un ejemplo en nuestra apertura más reciente, la frustración al ver como se paralizó durante un mes la obra de una simple acometida de agua para la red contra incendios a causa de la gran tormenta Filomena, y eso que además, nos habían obligado a colocar dentro del local depósitos de 9.000 litros por si fallaba el caudal de la red de saneamiento. Las inversiones iniciales se dispararon y tuvimos que rehacer en varias ocasiones nuestros presupuestos”.

No obstante, tener un objetivo y trabajar en torno a él, permite superar cualquier inconveniente “Tenemos una ambición sana, ahora tenemos cuatro Centros en Madrid, y contamos con cincuenta profesionales, pero nuestro plan de crecimiento prevé contar con 30 Centros más en los próximos años, para lo que hemos ido puliendo muchísimos detalles que nos permitieran resolver las ineficiencias,  ser innovadores, y sobre todo, crear un modelo rentable y sostenible en el tiempo, en el que cualquier mayor pueda acceder un Centro de día STIMA a menos de media hora de sus domicilios, en las principales ciudades españolas, de momento”.

Gabriel nos cuenta su visión del emprendimiento senior frente al emprendimiento joven “Estoy plenamente convencido que la experiencia previa adquirida a lo largo de los años te permite ver venir los problemas, pero sobre todo se está mucho más curtido para afrontar las adversidades. A esta altura de la vida, quien más quien menos ha tenido aciertos y errores, éxitos y fracasos, de los que siempre aprendes, y que te permiten afrontar nuevos retos mucho más aterrizado. La energía juvenil la aportan nuestros equipos, personas muy vocacionales con un alto grado de compromiso”.

Y añade “Cuando eres joven te puede la ilusión, cumplir un sueño, crees que tienes la mejor idea del planeta, pero con el tiempo te topas con la cruda realidad y lamentablemente no prosperan a los 5 años de su constitución más de dos de cada 5 empresas creadas y a los 10 años tan sólo una, ¿Por qué? No se calculan bien las necesidades de financiación, los socios no se involucran en la misma medida, surge el desánimo ante los problemas y muchas otras situaciones imprevistas, que con la perspectiva que te dan los años, ves que se podrían haber redirigido y hoy podrían ser realidades exitosas”.

¿Y cómo les ha afectado la pandemia en todo este proceso? “Hemos tenido que tomar decisiones rápidas y reaccionar con agilidad, aún a riesgo de equivocarnos, especialmente en las primeras semanas. Era una situación absolutamente nueva, que nos animó a crear materiales terapéuticos que no exigían la presencia física de un profesional para paliar la falta de contacto real. Ciertamente la situación nos cogió por sorpresa, pero teníamos las herramientas adecuadas, tales como un servidor al que nos podíamos conectar, todos teníamos ordenadores portátilesLo que más nos costó fue convencer a las familias a que volvieran a los Centros una vez transcurrida la desescalada de mayo-junio del pasado año. Han sido muy frecuentes los casos de familias que han tenido miedo de su mayor al contagio, a pesar de las muchísimas medidas de prevención que hemos tomado”.

“Hoy podemos afirmar con orgullo que no hemos tenido ni un solo contagio producido en ninguno de nuestros Centros de día, así como que, nuestra bajada de actividad ha sido la menor de todos nuestros competidores, y que, hoy, estamos de nuevo en niveles de ocupación pre-Covid y ya no tenemos prácticamente a nadie en ERTE”, nos comenta Gabriel al respecto de las medidas tomadas. “Claro que hemos tenido sobrecostes, sustos, situaciones en las que nos hemos visto obligados a tomar decisiones sobre la marcha, pero, por otro lado, hemos abierto hace dos meses un nuevo Centro de día en la calle Blasco de Garay, junto a la calle Princesa, en Madrid y hemos incorporado a nuestra flota tres vehículos adaptados más, con los que ya sumamos once, lo que confirma nuestra convicción por el modelo que iniciamos”.

“Esta etapa nos ha hecho reflexionar mucho, y hemos aprovechado para revisar y actualizar los protocolos de todas las áreas básicas de la empresa, hemos incorporado a un director en un área de nueva creación, hemos intensificado la formación y trabajado sobre diferentes escenarios de crecimiento, si bien, hemos decidido que al menos este año, lo que queremos es consolidar, para tomar después impulso en nuestra siguiente etapa dentro de unos meses”.

Con esta motivación, se presentaron a los Premios +50 Emprende “Pensamos que un proyecto creado por dos hermanos empresarios senior, que emplea mayoritariamente a mujeres, se dedica al cuidado de personas mayores con deterioro cognitivo, incorporando las nuevas tendencias en marketing digital y atención a quienes perfectamente podrían ser nuestros padres, era algo muy atractivo. Nuestro modelo nos permitía cubrir un nicho, el de los Centros de día, todavía poco conocidos, que estamos seguros que es una solución ideal para muchas familias que no quieren que su padre, madre, esposo/-a vaya a una residencia a pasar los últimos años de su vida, o se quede en su casa sentado en el sofá viendo la televisión, en la mayoría de los casos acompañado de personas con un bajo grado de formación y muy poco cualificados, lo que les deja expuestos al riesgo de accidentes, abandono y soledad. Pensamos que la realidad intergeneracional, fresca, muy actual, nada rancia ni ñoña de nuestros Centros de día captaría la atención del jurado como concepto innovador en un sector que no es de futuro, sino de rabiosa actualidad”.

¿Y qué habilidades y capacidades tiene un emprendedor senior? “A partir de los 50 se cuenta con la experiencia, la sabiduría acumulada, algunos ahorros, y honestamente, creo que es mucho más seguro que mantenerse trabajando por cuenta ajena, donde las posiciones de primer o segundo nivel en la pirámide jerárquica de las empresas son muy escasas, y por qué no decirlo, de muy alto riesgo, pues hay muchos debajo empujando para acceder ellas. Además, por cuenta propia no hay una edad a la que tu empresa te jubila o prejubila, sino que eres tú quien decides cuándo puedes o debes dejarlo, lo que en la mayoría de los casos ocurrirá más tarde, manteniendo el cuerpo y el cerebro activos durante un período más largo, lo que evitará una larguísima jubilación. Pensemos que los que la esperanza de vida actual de los mayores de 50 es de 35-40 años más, por lo que es una barbaridad despreciar en el mundo profesional ese talento. Otra ventaja es que se puede ir reduciendo la actividad de forma paulatina. Por otra parte, no dependeremos de un único empleador, sino de muchos clientes, por los que diversificas tu riesgo”.