Algunos proyectos no nacen de un plan estratégico detallado. A veces, surgen de un hecho que sacude la vida de una persona. WAHA es un ejemplo de ello: su fundador, José Manuel Payán, tras conocer el asesinato de una peregrina estadounidense en el Camino de Santiago, le conmovió profundamente y como padre de dos chicas, sintió la necesidad de transformar esa tristeza en acción. Con experiencia previa en innovación, canalizó ese impulso hacia la creación de una plataforma que “busca mejorar la respuesta ante las crisis humanitarias y migraciones (voluntarias o no).”
Hemos charlado con José Manuel Payán (53 años) finalista de la VI edición de los premios +50 Emprende, y nos ha explicado en qué consiste esta plataforma, a qué se refiere con el “triángulo de respuesta” y cuáles son los objetivos de WAHA de cara al futuro.
Una crisis humanitaria se denomina una situación de emergencia que requiere ser atendida con recursos muy superior a lo habitual y “si no se suministran con suficiencia, eficacia y diligencia, desemboca en una catástrofe humanitaria”.
En un sector tan sensible, José Manuel nos explica que no ha sido fácil. “Desde el inicio, el reto fue diseñar una experiencia que atendiera no solo a los damnificados, sino también a voluntarios y organizaciones responsables de la ayuda humanitaria”. Es lo que José Manuel ha llamado el “triángulo de respuesta” para que los personas afectadas e involucradas recibieran el apoyo eficaz necesario para resolver la situación.
José Manuel explica que WAHA pretende ser una plataforma “tecnológicamente avanzada en la que se están desarrollando innovaciones como: el ojo de halcón, un dron autónomo con un modelo único de visión artificial para la evaluación de desastres, pero solo incorporamos tecnología que asegure el objetivo, una ayuda de minuto cero sin fricciones porque en la respuesta a una catástrofe no se puede fallar. Y para no fallar, nos centramos en los diferentes procesos clave de la respuesta humanitaria, poniendo la tecnología al servicio de estos y no al revés”, subraya el finalista los premios +50 Emprende.
Aunque la plataforma aún no ha intervenido en crisis reales, sí ha participado en múltiples simulaciones. Estas pruebas son esenciales para perfeccionar la tecnología y anticiparse a escenarios futuros. Payán apunta que múltiples estudios muestran que el riesgo de desastres y crisis humanitarias a nivel global ha crecido notablemente en los últimos 10 años. Especifica que, en 2023, todos los países clasificados de altísimo riesgo experimentaron algún tipo de crisis (INFORM Report 2024). Sin embargo, advierte José Manuel, “a nivel regional la probabilidad es mucho menor, aunque no exenta como comprobamos con la DANA de 2024 en Valencia”.
Ante esta situación, José Manuel está convencido que la simulación de crisis en base a modelos científicos se convierte en “una herramienta imprescindible y de gran valor añadido para entrenar la plataforma y su respuesta en distintos escenarios para, así, adelantarnos a futuras crisis”.
Al preguntarle qué recomendaciones le daría a los emprendedores senior, el fundador de WAHA reconoce que cada contexto es único y que no existen fórmulas universales para emprender. Sin embargo, destaca la importancia de la introspección. Confirmar el propósito y la energía personal antes de lanzarse. “Somos nuestro mejor capital y no puede fallar. No es lo mismo emprender que jugar a emprender, y puede ser duro no descubrirlo a tiempo”, asegura José Manuel.
Para él, los verdaderos compañeros de viaje son aquellos con los que se “comparte esa visión empresarial a corazón abierto”. Además, recuerda dos principios que lo han guiado siempre: “la simplicidad es un requisito, y lo perfecto puede ser enemigo de lo bueno”.
Asegura que no hay edad para emprender, “me atrevería a decir que la etapa senior puede ser una edad de oro para el emprendimiento donde se produce una confluencia maravillosa entre conocimiento, experiencia y reducción de barreras típicas”. José Manuel afirma que ser un emprendedor es “una condición no una circunstancia, aunque, a veces, aflore como consecuencia de coyunturas concretas como la pérdida del trabajo, pero también puede ayudarte a salir de tu zona de confort”.
De cara al futuro, el creador de WAHA apunta que uno de los objetivos es cerrar el alineamiento de “nuestros diseños y prototipos” con organizaciones especializadas relevantes en la respuesta inmediata a situaciones de crisis y emergencia humanitaria, para poder salir al mercado a finales del 2026.
Por otro lado, otro de los grandes retos es “detectar oportunidades para convertirnos en una referencia en un mercado muy incipiente como es el de la “resiliencia defensiva”, y en el que pueden surgir nuevos planteamientos y soluciones.
José Manuel explica que la resiliencia defensiva, en el contexto de ayudas humanitarias, busca que las organizaciones y las personas afectadas tengan la capacidad de adaptarse, recuperarse ante las catástrofes o procesos migratorios de gran escala. Sin olvidar la coordinación y la colaboración como pilares fundamentales para ofrecer una respuesta eficaz y lograr la recuperación deseada.
Finalmente, José Manuel Payán destaca que ser finalista en la VI edición de los Premios +50 Emprende ha supuesto un impulso adicional para WAHA: “Siempre digo que la competencia eleva el nivel, y en esta edición, fue extraordinario”.
Además, subraya que más allá del prestigio, el reconocimiento confirma que el proyecto tiene sentido y valor para la sociedad. “Compararse con otros emprendedores de gran nivel ha sido una oportunidad de aprendizaje y motivación, reforzando el compromiso de seguir adelante con más fuerza”, concluye José Manuel.