Se ha de tener en cuenta que este colectivo está formado por personas con una edad comprendida entre los 55 y los 60 años; lo que denominamos talento sénior y que, si tuviéramos que usar dos adjetivos para definir este talento, puede que los más relevantes sean experiencia y conocimiento.
Las reglas han cambiado y es verdad que el “talento sénior” de antes –de la década de los años 80- no es el mismo que el de ahora. No sólo aumenta la esperanza de vida sino que además tenemos una mejor calidad de vida a lo largo de toda ella. Rafael Puyol, catedrático de Geografía Humana por la Universidad Complutense de Madrid, comentó que “las personas que hoy tienen 75 años equivalen a las que tenían 65 años hace apenas una década: le hemos ganado 10 años a la vida”.