Anatomía del Cambio: entiende el cambio por dentro

Anatomía del Cambio: entiende el cambio por dentro

El cambio es complejo. A los 20, a los 30 y a los 40. Y la intención del cambio va cargada de miedos. Y pasados los 50, la complejidad del cambio profesional (forzado o voluntario) y los miedos, no hacen más que aumentar. Y el cambio cuesta. Mucho.

Te proponemos hacer una pausa. Coger perspectiva y mirar a ese cambio que quieres hacer desde fuera. No es fácil desapegarse de algo que nace de dentro. Pero es importante coger distancia para entenderlo y saber qué tienes que hacer para conseguirlo.

Un cambio profesional es un proceso

Antes de nada, tenemos que enfrentarnos al hecho de que el cambio es un proceso. No va de 0 a 100. Ojalá fuese tan fácil como decidir hoy empezar un proyecto o firmar un contrato en una empresa y mañana ya tenerlo. Es algo que probablemente ya sabemos pero que la mayoría olvidamos a menudo dando paso a la impaciencia (y a veces al sentimiento de fracaso). Y además es un proceso que nos encantaría que fuese lineal, pero en realidad podría es una constante de subidas y bajadas. 

Todo empieza con una intención

El punto de partida, cuando después de un periodo de no estar bien, apalancado en un puesto de trabajo o en situación de desempleo empiezas a explorar la idea de cambio. Surgen miedos, surgen dudas. Apartas la idea. Pero cada cierto tiempo vuelve a aparecer. Y a pesar de esos miedos y dudas, poco a poco formulas esa intención de cambio.

Hay personas que a pesar de estar a disgusto no llegan a formular esa intención de cambio bajo las creencias de no debo tener miedo, es demasiado tarde, estoy obsoleto o tengo que saber primero que quiero hacer.

Puedes (y de hecho es lo más común) empezar tu cambio con miedos, dudas y sin un plan maestro.

Tu porqué, tu visión

El siguiente paso es darle un buen motor.  Entender bien por qué necesitas ese cambio, qué visión tienes para tu futuro y cómo se alinea esa visión con lo que realmente te importa en la vida, que es lo que te dará fuerzas para transitar los altibajos que probablemente se den durante el camino y actuará de brújula cuando tengas tomar decisiones.

Muchas personas nos enfrentamos al cambio sin haber hecho el trabajo previo y cuando la cosa se pone un poco difícil (que es lo normal y parte del proceso) abandonamos o cambiamos a la siguiente «nueva» idea que tenemos.   No te puedes saltar este paso. O pasarlo de manera superficial.  Algo como «Quiero trabajar en marketing porque me gusta» no va a tener la fuerza para llevarte hasta el final del camino (o llevarte a un sitio que te llene)


Qué quieres conseguir

El siguiente paso es aterrizar tu visión en algo más concreto para empezar a explorar ese camino: qué quieres hacer, cuál es tu siguiente paso profesional. ¿Es encontrar trabajo en una industria diferente?, ¿es emprender esa idea de proyecto que tienes en la cabeza? o …

  «Qué quieres conseguir» puede variar un poco mientras transitamos ese cambio. No hay un futuro perfecto, hay muchos buenos y lo importante es tener una buena visión/brújula que nos guíe e ir aprendiendo a cada paso que demos.  No cometamos el error de casarnos con esa primera idea de lo que queremos porque el mundo y el mercado puede darnos sorpresas.

Planificas

Es hora de aterrizar eso que quieres a un plan sólido con objetivos medibles y que estén bajo tu control y a ubicar tiempo en tu calendario para conseguirlos.
Es importante tener métricas inteligentes de tu progreso durante este proceso. Si solo dependemos de la métrica «he conseguido trabajo» o «he facturado a clientes con mi nuevo proyecto» el camino puede ser desmotivador.  Diseña métricas que te permitan celebrar logros a más corto plazo.
 

Fuegos, distracciones y …

Es lo que tienen los planes, que nunca van como los habíamos planeado. De eso se ocupa la vida y el día a día, que nos lanza fuegos a apagar que no tienen nada que ver con nuestros objetivos y distracciones de lo más placenteras que nos hacen olvidar lo que realmente es importante para nosotros.

No pienses «a mí no me va a pasar». Te va a pasar. A ti y al resto de nosotros.

MÚSCULOS DEL CAMBIO

Precisamente porque van a surgir muchos fuegos y distracciones tenemos que trabajar de manera consistente todos estos músculos del cambio que nos van a fortalecer para superar todas las barreras que se interpongan en el camino:

  • Método : El qué, cómo y en qué orden tenemos que hacer las cosas para lograr nuestro objetivo.  Porque saltarse pasos nunca hace que llegues antes.  Emprender tu proyecto tiene método. La búsqueda estratégica de trabajo también.
  • Productividad y Planificación : Para que tus semanas estén enfocadas en aquello que es importante y aprendas a gestionar las distracciones.
  • Gestión emocional y de creencias limitantes: Para gestionar al autosaboteador que tenemos dentro.
  • Mentalidad de cambio : Para entender que esto es un proceso de aprendizaje.
  • Y todo lo anterior «powered by» una comunidad: Que te inspire, apoye y te de feedback honesto durante el camino. las soluciones para el cambio o son holísticas o no son soluciones. O están «powered by» personas humanas o no son soluciones.

 

ASÍ ES COMO LLEGAMOS AL CAMBIO QUE TANTO DESEAMOS

Sabemos que los cambios importantes no son rápidos ni sencillos y quizás te sientas abrumado. Quédate con las buenas noticias: detrás de un cambio hay método y estrategia. 

Te propongo para finalizar una reflexión: Si el cambio que buscas no está llegando. ¿Qué puedes hacer diferente? ¿Qué músculo del cambio necesitas fortalecer para que ese cambio suceda?

Ánimo .

Artículo escrito por Eugenia Gargallo, fundadora de UP! Training Club


PROCESO DEL CAMBIO POR DENTRO



Alternate Text
Alternate Text
Alternate Text

Alternate Text
Alternate Text
Alternate Text